Con la aprobación del proyecto de ley 'Futuro del Futuro', Brasil se destaca en el mercado mundial de energías limpias e impulsa el crecimiento de los biocombustibles.
¿Has oído hablar de los biocombustibles? Este es uno de los sectores que está en auge cuando se trata de energías limpias y Brasil está en camino de convertirse en uno de los principales actores globales en este mercado. Aprobación del proyecto de ley “Combustible del futuro” por el Congreso Nacional promete revolucionar el sector energético brasileño, creando un ambiente favorable para nuevas inversiones. Se estima que esta aprobación desbloquear alrededor de R$ 200 mil millones en inversiones en el país, según el Ministerio de Minas y Energía. Pero, ¿qué son los biocombustibles, cómo funcionan y por qué son tan importantes para el futuro de la energía limpia? ¡Echemos un vistazo más de cerca a este tema!
¿Qué son los biocombustibles?
Los biocombustibles son combustibles producidos a partir de materias primas renovables, como plantas, residuos agrícolas, aceite de cocina usado, grasa animal e incluso lodos de depuradora. A diferencia de los combustibles fósiles, que liberan grandes cantidades de carbono a la atmósfera, los biocombustibles se consideran una alternativa más sostenible, ya que emiten menos gases de efecto invernadero y pueden ser reutilizados.
O Brasil ya es uno de los mayores productores de biocombustibles del mundo, con énfasis en etanol de caña y biodiesel. Con el nuevo marco legal, el país pretende ampliar aún más este mercado, explorando nuevas fuentes y tecnologías para impulsar la producción de energía limpia.
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La nueva frontera de Brasil
Mientras el mundo está cada vez más preocupado por el cambio climático, la búsqueda de fuentes de energía limpia va en aumento. Los biocombustibles desempeñan un papel crucial en esta transición hacia un futuro más sostenible. Y Brasil, con su vasta extensión de tierra cultivable y su experiencia en agronegocios, tiene todo lo que necesita para liderar esta transformación.
El marco legal de los biocombustibles, aprobado en septiembre, no sólo ofrece seguridad jurídica a las empresas del sector, sino que también fomenta el desarrollo de nuevas tecnologías y negocios basados en materias primas renovables. Entre los más destacados se encuentran el uso de biometano en sustitución del gas natural, el aumento de la mezcla de biodiesel en el diésel y el avance de los combustibles sustentables de aviación, conocidos como SAF (Combustible de aviación sostenible).
Inversiones prometedoras en el sector de los biocombustibles
Con la aprobación del “Combustible del Futuro”, Brasil atrajo la atención de inversores de todo el mundo. Los R$ 200 mil millones estimados en nuevas inversiones son un reflejo de la confianza en el potencial del país liderar el mercado de la energía limpia.
Según Erasmo Carlos Battistella, director general de Be8, una de las principales empresas de biodiesel de Brasil, “con la aprobación de la ley comienza un nuevo camino para la bioenergía en Brasil”. El país tiene áreas agrícolas que aún pueden ser exploradas para aumentar la producción de materias primas, y esto será fundamental para ampliar la producción de biocombustibles.
Nuevos proyectos en marcha
Además de ampliar la producción de etanol y biodiesel, Brasil también está desarrollando biocombustibles de segunda generación, que tienen una menor huella de carbono y son aún más eficientes. Un ejemplo de esto es el etanol de maíz, que se está convirtiendo en una alternativa viable al etanol de caña, especialmente en regiones donde la caña no es competitiva, como el Norte y el Nordeste.
Otro destaque es la inversión de R$ 500 millones por parte del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) para ampliar la capacidad de producción de etanol de maíz en Mato Grosso. Este financiamiento es parte de una estrategia más amplia para fomentar el uso de materias primas renovables para la producción de energía limpia en Brasil.
El papel del etanol en la descarbonización
Etanol, que fue pionera en la introducción de biocombustibles en Brasil con coches flexibles, sigue siendo uno de los principales protagonistas de las energías limpias en el país. En los últimos años, el etanol ha jugado un papel crucial en la descarbonización de varios sectores industriales.
Ricardo Mussa, director general de Raízen, uno de los mayores productores de bioenergía del mundo, destaca que el etanol de caña de azúcar se utiliza cada vez más con fines industriales, como en la industria química y de polímeros. En este momento, El 70% del etanol producido por Raízen se destina a la exportación al mercado externo, donde tiene una prima alta debido a su capacidad para “romper la cadena de carbono” de los productos químicos.
Biocombustibles en la aviación, ¿qué esperar?
Otro campo prometedor en el sector de los biocombustibles es el combustible de aviación sostenible (SAF). El SAF es una alternativa al queroseno de aviación tradicional y puede producirse a partir de materias primas renovables como aceite de cocina usado, bagazo de caña de azúcar y grasa animal.
O Brasil está bien posicionado para convertirse en líder mundial en producción de SAF, especialmente porque el país cuenta con alrededor de 40 millones de hectáreas de tierra degradada que pueden utilizarse para la producción de biomasa, sin necesidad de deforestación. Brasil ya es el segundo mayor productor de SAF, sólo detrás de Estados Unidos.
Empresas como Acelen Renováveis, que pertenece al fondo Mubadala, de los Emiratos Árabes Unidos, ya han anunciado inversiones masivas en el sector. La empresa prevé invertir 12 mil millones de reales hasta 2033 en la refinería de Mataripe, en Bahía, para producir 1 mil millones de litros de SAF para aviación.
La necesidad de políticas públicas que fomenten la producción de biocombustibles
Si bien Brasil tiene un enorme potencial en el sector de los biocombustibles, aún quedan desafíos por enfrentar. Uno de los principales obstáculos es la falta de políticas públicas que impulsen aún más la producción de biocombustibles, como SAF, en el país. Actualmente, Estados Unidos y la Unión Europea ofrecen importantes incentivos para la producción de biocombustibles, lo que ha llevado a Brasil a exportar etanol a Estados Unidos, que a su vez produce SAF y lo exporta a Europa.
Para que Brasil pueda competir en igualdad de condiciones en el mercado global, será necesario crear políticas públicas que fomenten la producción local de SAF y otros biocombustibles.
Brasil tiene todo lo que necesita para convertirse en una potencia mundial en la producción de biocombustibles y liderar el movimiento de transición hacia energías más limpias. Con importantes inversiones en el horizonte y el respaldo de un sólido marco regulatorio, el país está listo para aprovechar todo el potencial que la bioenergía puede ofrecer.