Se espera que la estatal brasileña Petrobras suscriba solo un contrato de venta de refinería para fin de año, en lugar de cinco, como se pretendía inicialmente.
El retraso en el proceso de venta de la refinería se debe a problemas de programación asociados a la pandemia de Covid-19, la volatilidad del mercado petrolero y una impugnación judicial recientemente decidida a favor de Petrobras.
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Solo un acuerdo de venta de una de las refinerías de Petrobras
El programa de desinversión de la refinería se lanzó en abril de 2019 como parte de un acuerdo con la agencia antimonopolio Cade. El único acuerdo de venta que se espera firmar a fines de diciembre es el de la refinería Landulpho Alves (Rlam) de 333 b/d en Mataripe. Petrobras ha estado en negociaciones exclusivas con el fondo de inversión del estado de Abu Dhabi, Mubadala, para la refinería desde julio.
valores bajos
En septiembre, Petrobras dijo que dos ofertas similares por la refinería Presidente Getulio Vargas (Repar), de 208.000 b/d, requerirían una segunda ronda de ofertas vinculantes, posiblemente este mes. En la primera ronda participaron la estatal china Sinopec y las distribuidoras nacionales de combustibles Raízen y Ultrapar.
Petrobras tiene como objetivo el lanzamiento de ofertas vinculadas en el cuarto trimestre por tres refinerías más: 208.000 b/d Alberto Pasqualini (Refap) en Canoas; 115.000 b/d Abreu e Lima (Renest) en Ipojuca; y 166.000 b/d Gabriel Passos (Regap) en Betim. Las ofertas para tres unidades de refinería más pequeñas están en curso para la primera mitad de 2021.
Petrobras está vendiendo otra refinería, la Refinaria Potiguar Clara Camarão (RPCC) de 39.600 b/d en el estado de Rio Grande do Norte, como parte de un grupo upstream fuera del alcance del Acuerdo Cade original.
Retrasos afectan a Petrobras
Los retrasos están aumentando la probabilidad de que Cade otorgue una extensión del plazo de 2021 para cerrar las ventas de la refinería.
Petrobras y la agencia han discutido la posibilidad de una extensión en las últimas semanas, dijeron ejecutivos de la compañía. El calendario de ventas se complicó por los protocolos de seguridad sanitaria y la impugnación de la Corte Suprema inició en julio. A principios de este mes, el tribunal rechazó una solicitud del Senado para colocar las ventas bajo la supervisión del Congreso.
La empresa depende de los ingresos por la venta de refinerías para reducir la deuda. Las ventas son una faceta clave de su objetivo de desinversión de activos no básicos de $ 20 mil millones a $ 30 mil millones, probablemente ampliado bajo un plan de negocios que se lanzará en noviembre.
