Ford, uno de los gigantes de la industria automovilística mundial, se enfrenta a una inesperada y devastadora crisis en sus ventas, que ha dejado a los conductores de todo el mundo perplejos y enfadados.
Desde el cierre de sus operaciones en Brasil y el fin de la producción de modelos icónicos como el fiesta y el Focus, el fabricante de automóviles parece haber perdido el rumbo, centrándose en estrategias que no agradan a los consumidores.
¿Qué pudo haber llevado a una marca tan establecida a un declive tan pronunciado? La respuesta es más sorprendente de lo que uno podría imaginar y revela un error de cálculo que podría costarle muy caro a la empresa.
La caída de las ventas y la apuesta por los crossovers
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De acuerdo con el sitio web Motor1En los últimos años, Ford decidió centrar sus esfuerzos en vehículos de mayor tamaño, como SUV y crossovers, creyendo que esta sería la tendencia dominante en el mercado.
Sin embargo, esta apuesta no ha resultado ser tan acertada como se esperaba. Según datos de Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA)Las ventas de Ford cayeron un 16,9% en la Unión Europea, la AELC y el Reino Unido en el primer semestre de 2024, totalizando 226.365 unidades vendidas.
Esta cifra representa una caída drástica en la cuota de mercado de la compañía, que ahora se sitúa en sólo el 3,3%, una reducción significativa en comparación con el 4,1% anterior.
La decisión de descontinuar modelos populares como Fiesta, Focus y Mondeo parece haber sido un golpe fatal. La demanda de automóviles más pequeños, especialmente en Europa, sigue siendo sólida y la ausencia de estos vehículos en la cartera de Ford ha llevado a los consumidores a buscar alternativas a otras marcas.
Como señala Dataforce, empresa especializada en investigación en automoción, Todos los modelos que destacaron en el segmento de autos pequeños registraron un aumento en sus ventas en el primer semestre de 2024, mientras que Ford vio caer sus ventas.
La pérdida del Fiesta y la inminente salida del Focus
El impacto de la retirada del Fiesta de las líneas de producción de Ford fue profundo. El modelo, que durante años fue uno de los coches más vendidos en Europa, vio a sus compradores migrar hacia competidores como Dacia Sandero, Renault Clio y Peugeot 208, que mostraron un crecimiento en ventas en el mismo período.
La ausencia del Fiesta no sólo debilitó la presencia de Ford en el mercado de los compactos, sino que también enfureció a una base de consumidores leales que se sienten abandonados por la marca.
Pero la crisis no termina ahí. Ford ya ha anunciado que el Focus, otro modelo icónico de la marca, dejará de fabricarse en 2025. Esta decisión, tomada en 2022, sigue la misma línea que ocurrió con el Fiesta y el Mondeo.
Sin embargo, la eliminación del Focus podría representar un golpe aún más devastador para Ford, ya que el segmento en el que se incluye el coche creció un 11,5% en el primer semestre de 2024. Mientras que las ventas del Focus cayeron casi un 20%, sus competidores directos, como el Volkswagen Golf y el Skoda Octavia, vieron cómo sus ventas se disparaban.
La estrategia de Ford y el futuro incierto en Europa
Con la inminente salida del Focus, el único vehículo no SUV o crossover que quedará en la cartera europea de Ford será el Mustang, un vehículo de nicho que probablemente no compensará las pérdidas de los otros modelos.
La insistencia de Ford en centrarse exclusivamente en SUV y crossovers parece estar alejando aún más a los consumidores, especialmente en un mercado como el europeo, donde todavía se prefieren los coches más pequeños.
Para intentar adaptarse a las nuevas demandas del mercado, Ford ha invertido en modelos eléctricos, como el Explorer y el Capri, ambos SUV basados en la plataforma MEB del Grupo Volkswagen.
Sin embargo, la acogida de estos vehículos aún es incierta y las cifras de ventas de coches eléctricos en Europa no son tan prometedoras como esperaba la empresa. En el primer semestre de 2024, los vehículos eléctricos representaron sólo el 12,5% del mercado, lo que plantea dudas sobre la eficacia de la nueva estrategia de Ford.
El mercado norteamericano y las dificultades globales
La crisis de Ford no se limita a Europa. En Estados Unidos, la compañía también abandonó modelos más pequeños, como el Fiesta y el Focus, para centrarse en camionetas y crossovers. Aunque estos vehículos son populares en el mercado americano, el cambio de estrategia ha generado críticas.
En una entrevista reciente con CNBC, el director ejecutivo de Ford, Jim Farley, admitió que los estadounidenses deben volver a interesarse por los vehículos más pequeños, especialmente con la creciente demanda de automóviles eléctricos.
En Brasil, la situación no es diferente. Con el fin de Ka y EcoSport, la gama básica de Ford ahora está representado por la camioneta Maverick, un vehículo más grande que puede no atraer a los consumidores que antes optaban por modelos más compactos. El cambio de enfoque de Ford, alejándose de los autos más pequeños, ha alejado a una porción significativa de sus antiguos clientes, tanto en Europa como en América.
El futuro de Ford en Europa está en duda
Ford se encuentra en un punto de inflexión en el que las decisiones que se tomen en los próximos años serán cruciales para el futuro de la marca en Europa y más allá. El foco en los SUV y los vehículos eléctricos, aunque en línea con algunas tendencias del mercado, puede no ser suficiente para recuperar la confianza de los consumidores que se sienten abandonados.
Dado que sus rivales continúan invirtiendo en una amplia gama de vehículos, Ford corre el riesgo de volverse irrelevante en mercados donde alguna vez fue líder. La pregunta sigue siendo: ¿Ford podrá revertir esta situación y recuperar a los consumidores, o estamos asistiendo al comienzo de un declive irreversible?