La idea de que los automóviles funcionen con energía solar, que capturen combustible gratis del cielo y eliminen las preocupaciones sobre la autonomía y el tiempo de recarga, parece ser el Santo Grial de la electromovilidad. Sin embargo, una investigación reciente de DW Planet A revela por qué esta innovación aún no ha tenido éxito a nivel mundial.
Empresas como Sono Motors en Alemania y Lightyear en los Países Bajos invirtieron en la construcción de sus propios vehículos solares, pero terminaron al borde de la quiebra. "Hay muchas maneras de arruinar el concepto", dicen los expertos.
Para comprender los desafíos, la investigación nos lleva a Aquisgrán, Alemania, donde el equipo Solar Raceteam Sonnenwagen trabaja en uno de los vehículos electricos más eficiente del mundo. Este coche, más parecido a una mesa de ping pong que a un vehículo convencional, destaca la importancia de la aerodinámica y la ligereza para la eficiencia energética.
Primer coche solar y nuevos retos
El primer coche solar fue creado en 1955 por William G. Cobb, De General Motors, pero construir coches solares es más complejo que simplemente instalar células solares en un vehículo pequeño. Uno de los principales desafíos es el ángulo del sol, ya que las células solares generan más energía cuando están perpendiculares al sol. Las celdas especiales necesarias son caras, aproximadamente 35 miles de dólares y deben ser robustos y estar integrados de forma segura en el automóvil.
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Otro problema es el peso, los coches solares comerciales son mucho más pesados que los coches de carreras solares y la energía solar sólo puede producir una cantidad limitada de energía. Esto dificulta el funcionamiento únicamente con energía solar y, al igual que otros vehículos electricos, también cuentan con baterías que se pueden recargar desde la red eléctrica.
La fabricación de estas células solares es compleja, sobre todo porque en los coches solares necesitan ser curvadas.
Integrar estas células en las piezas del coche no es fácil y todo el proceso es caro: Sono Motors necesitaría entre 200 y 300 millones de euros sólo para iniciar la producción en masa.
Además, existen incertidumbres sobre ¿Cuántos kilómetros puede viajar realmente un coche solar?, que oscila entre 293 y 5.100 kilómetros por año, dependiendo de varios factores como el tamaño de los paneles solares, la ubicación geográfica y las condiciones climáticas.
Empresas como Lightyear han tenido que incrementar significativamente el precio de sus vehículos debido a los altos costos de fabricación, mientras Sono Motors está reestructurando y vendiendo sus capacidades de fabricación de automóviles.
Aunque hay coches solares en las carreteras, como el Hyundai Sonata Con un techo corredizo que sólo ofrece unos pocos kilómetros adicionales por día, la realidad es que los paneles solares de los automóviles siguen siendo más una característica de diseño que una Solución práctica.