Las tormentas eléctricas pueden ser peligrosas y muchas personas se preguntan si un automóvil es un lugar seguro para refugiarse. Cuando un rayo cae sobre un vehículo, su estructura metálica actúa como una “jaula de Faraday”, protegiendo a los ocupantes, pero el impacto puede provocar daños eléctricos y afectar a los componentes electrónicos.
Los relámpagos son uno de los espectáculos más impresionantes de la naturaleza, pero también representan una peligro real. Cuando un rayo cae sobre un coche, las consecuencias pueden ser inesperadas y sorprendentes. Mucha gente cree que los neumáticos de caucho protegen a los ocupantes, pero la realidad es diferente.
Un rayo cae sobre un coche
Cuando un rayo cae sobre un vehículo, el primer punto de contacto suele ser la antena o el techo. La electricidad circula por la estructura metálica provocando diversos daños.
Dado que muchos automóviles modernos tienen cables de desempañado en la ventana trasera, estos componentes a menudo se ven afectados.
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También existen riesgos para la antena, el sistema eléctrico y los neumáticos, ya que la corriente puede pasar a través de las correas de acero internas.
Si la descarga es intensa, el calor generado puede provocar incendios internos o averías en el coche.
A pesar de ello, los ocupantes suelen estar seguros siempre que no toquen partes metálicas durante la tormenta.
El mito de los neumáticos de caucho
Existe la creencia popular de que los neumáticos de caucho protegen al coche de los rayos. Eso no es verdad Lo que realmente protege a los pasajeros es el efecto “jaula de Faraday”.
La estructura metálica del vehículo conduce la electricidad hasta el suelo, minimizando el riesgo para quienes viajan en su interior. Incluso los vehículos modernos con materiales compuestos tienen elementos metálicos para mantener esta protección.
Sin embargo, este mecanismo de defensa sólo funciona en vehículos con techo y laterales de metal. Los vehículos convertibles o con grandes paneles de fibra de carbono no ofrecen la misma seguridad.
¿Con qué frecuencia sucede esto?
Ser alcanzado por un rayo mientras se conduce puede parecer un evento raro, pero las estadísticas muestran que sucede con más frecuencia de lo que se piensa.
Las probabilidades individuales son de aproximadamente una en 100.000, pero en todo el mundo millones de vehículos son chocados cada año.
Casos reales ilustran este fenómeno. En abril de 2024, una mujer que conducía por una autopista en el estado estadounidense de Virginia sufrió el impacto de un rayo.
El impacto fue aterrador, pero ella salió ilesa. En julio del mismo año, un conductor en Georgia sufrió daños en su vehículo a causa de un rayo. En ambos casos, los ocupantes resultaron ilesos, pero los vehículos sufrieron daños.
pruebas y experimentos
En un famoso experimento del programa “Top Gear”, el ex presentador Richard Hammond probó la resistencia de un Volkswagen Golf a una descarga de 800.000 voltios.
El coche resistió el impacto, pero Hammond informó una sensación de hormigueo en las manos. Esto sugiere que una pequeña cantidad de corriente puede llegar a los pasajeros.
Curiosamente, la mayoría de los fabricantes de automóviles no realizan pruebas específicas para evaluar la resistencia de sus vehículos a los rayos. Esto hace que cada suceso de la vida real sea una oportunidad de aprender sobre cómo reaccionan los automóviles a las descargas eléctricas.
Cómo protegerse
Si está en un automóvil durante una tormenta eléctrica, hay algunas precauciones que puede tomar para mantenerse seguro:
- Evite tocar partes metálicas o conectadas al sistema eléctrico.
- Mantén tus manos en tu regazo y espera a que pase la tormenta.
- Si es posible, estacione en un lugar seguro y permanezca dentro de su vehículo.
Los automóviles modernos ofrecen una buena protección contra los rayos, pero comprender cómo funciona esta seguridad puede prevenir riesgos innecesarios.