Brasil enfrenta una grave crisis: faltan 75 ingenieros para satisfacer la demanda del mercado. El abandono escolar, los planes de estudio obsoletos y la falta de inversión en educación básica e infraestructura afectan al sector.
La ingeniería es una de las áreas más vitales para el desarrollo de cualquier país, pero en Brasil esta profesión enfrenta un desafío alarmante.
Una combinación de abandono escolar, planes de estudios obsoletos y falta de inversión estructural ha dado lugar a una brecha impresionante: el país necesita 75 ingenieros para satisfacer la demanda actual, según la Confederación Nacional de la Industria (CNI).
A pesar de avances específicos, la formación en ingeniería no se adapta a las necesidades del mercado, y mucho menos a la realidad de otras naciones emergentes.
- ¡Primer túnel submarino en Brasil! Una obra valorada en casi 6 MIL MILLONES pasará por el MAR y reducirá el trayecto de 50 a 2 minutos, pero hay un problema: Ministerio y Gobierno no se ponen de acuerdo sobre el lanzamiento del proyecto
- El Estado brasileño intenta recuperarse y para ello pasará por una revolución con inversiones de MÁS DE 1 MIL MILLONES para reconstruir carreteras y puentes.
- Revelan producto agrícola brasileño que vale 570 veces más que la producción de oro
- ¡El estado de SP obtendrá un NUEVO aeropuerto internacional! El proyecto, que ya tiene fecha para despegar y generar 5 MIL empleos, tendrá una empresa federal responsable de su administración
La crisis va más allá de la mera falta de profesionales; refleja una serie de problemas educativos, estructurales y económicos que atraviesan el país.
Un déficit que limita el crecimiento
El CNI estima que Brasil forma alrededor de 40 mil ingenieros por año.
Esta cifra es extremadamente baja si se compara con otros países BRICS, como China y Rusia, que forman a más de 450 mil profesionales anualmente.
Según el Consejo Federal de Ingeniería y Agronomía (Confea), entre 2014 y 2021, el país perdió alrededor de 150 mil estudiantes matriculados en carreras de ingeniería, acentuando aún más el déficit.
En una entrevista con el diario Correo Braziliense, Marcos Gabriel Oliveira de Souza, estudiante de ingeniería mecatrónica de la Universidad de Brasilia (UnB), explica el fenómeno: “El 99% de mis colegas dejan de ser ingenieros para convertirse en programadores o participar en concursos públicos.
Trabajar como ingeniero requiere mucha obstinación y, muchas veces, vínculos familiares que facilitan el acceso al mercado”.
Según datos de la profesora Michelly de Souza, de la Fundação Inaciana Pe Saboia de Medeiros (FEI), la crisis económica vivida por Brasil entre 2014 y 2021 también contribuyó a esa evasión.
A falta de inversiones Los avances en infraestructura y desarrollo tecnológico crearon incertidumbre sobre el futuro de la profesión, manteniendo a los jóvenes alejados de los cursos de ingeniería.
Deficiencias en la enseñanza comprometen la formación
Uno de los mayores desafíos es la baja calidad de la educación básica en áreas como matemáticas y ciencias exactas, fundamentales para la formación de ingenieros.
Según Michelly, “hay que despertar el interés de los niños y jóvenes de forma lúdica, mostrándoles cómo resolver problemas reales”.
Aún de acuerdo con el Correo Braziliense, iniciativas que acercan a los estudiantes de secundaria a las áreas de las ciencias exactas han sido impulsadas por instituciones como el Centro de Integración Empresa-Escuela (CIEE).
Mônica Vargas, superintendente de Operaciones del CIEE, explica que la organización gestiona 9,3 pasantías de ingeniería en Brasil y busca atraer jóvenes a través de alianzas con universidades de renombre, como Poli-USP, FEI y Mackenzie.
Sin embargo, muchos estudiantes aún evitan el área por falta de afinidad con las matemáticas o desconocimiento sobre las posibilidades de la profesión.
Como explica Mônica, “es fundamental hacer más atractivo el aprendizaje desde edades tempranas y aumentar el número de admisiones y finalizaciones en carreras de ingeniería”.
La reforma curricular es fundamental para la ingeniería
Los expertos señalan que el plan de estudios de ingeniería en Brasil necesita una reforma urgente. Marcos Gabriel, de la UnB, critica la cantidad de temas obsoletos y poco prácticos:
“Tenemos muchos sujetos experimentales que no tienen aplicación en el mercado laboral. Lo que aprendemos no refleja la realidad de la profesión”.
Michelly está de acuerdo y defiende la inclusión de experiencias prácticas en el currículum.
Para ella, acercarse al mercado, a través de proyectos e investigaciones, puede ayudar a los jóvenes a comprender mejor la importancia de la ingeniería en el desarrollo de la sociedad.
Las pasantías y un ambiente acogedor son clave
La retención de estudiantes también depende de un ambiente universitario más acogedor.
Michelly destaca que “metodologías activas, salas de estudio bien equipadas y laboratorios modernos pueden reducir las tasas de deserción, especialmente en los primeros semestres, que son los más desafiantes”.
Paralelamente, Mônica Vargas refuerza que aumentar la oferta de pasantías es crucial.
Las pasantías no sólo preparan a los estudiantes para el mercado, sino que también aumentan las posibilidades de que permanezcan en la profesión después de graduarse.
Impactos sociales y económicos de la escasez de mano de obra
A Falta de ingenieros en Brasil. Afecta directamente la expansión de la infraestructura y el avance tecnológico. Según el Correo Braziliense, sectores cruciales como el transporte, la energía y la construcción sufren retrasos y costes elevados debido a la falta de profesionales cualificados.
“Los ingenieros brasileños sólo son valorados cuando trabajan en multinacionales o ocupan altos cargos en el sector público”, dice Marcos Gabriel.
Fuera de estos contextos, muchas empresas ni siquiera pagan el salario mínimo para la categoría, estimado en R$ 7 en el Distrito Federal, lo que desalienta aún más a los jóvenes.
Michelly cree que comunicar estos impactos a la sociedad puede atraer nuevos talentos: “La ingeniería puede contribuir a un futuro más justo y sostenible, resolviendo problemas reales, como la creación de tecnologías limpias y soluciones para optimizar los recursos naturales”.
¿Cómo afrontar el futuro de la ingeniería?
A pesar de los desafíos, Brasil es capaz de revertir este escenario.
Con inversiones en educación básica, fomento de la investigación y reformas curriculares, la ingeniería puede convertirse en una profesión más atractiva para los jóvenes.
Pero y tu? ¿Cree que Brasil podrá llenar ese vacío y valorar a sus ingenieros? Deja tu opinión en los comentarios!
Aquí en mi ciudad los ingenieros no consiguen trabajo, ni siquiera los calificados.
Mi hijo es ingeniero eléctrico, licenciado en ingeniería en automatización industrial, realizó otro posgrado en diseño eléctrico y no puede conseguir trabajo porque no tiene experiencia.
Lleno de ingenieros conduciendo Uber, y hablan de falta de ingenieros, perdóname
.