En funcionamiento desde noviembre en São Paulo, el nuevo proyecto escanea el iris de los brasileños y ofrece criptomonedas a los participantes, generando polémica sobre la privacidad de los datos.
Desde el 13 de noviembre de 2024, un nuevo proyecto escanea los iris de los brasileños en los puestos de control repartidos por São Paulo. La iniciativa fue cocreada por Sam Altman, director general de OpenAI, y ya alcanzó la marca de 115 personas escaneadas, según datos de la empresa compartidos con g1 este miércoles (11).
“Mundo” – nombre del proyecto – También informó que 519 mil brasileños tienen cuenta en World App, la aplicación que permite realizar transacciones con la criptomoneda distribuida tras el reconocimiento del iris.
Todo ocurre sin cobro de tarifa y la recogida se realiza en 20 puntos de la capital paulista, incluido un quiosco en el Shopping Boulevard Tatuapé, en la Zona Este. De esta manera, el nuevo proyecto escanea el iris de los brasileños como una forma de crear una especie de “identidad digital”, otorgando acceso a 25 tokens de la propia moneda virtual, equivalentes a alrededor de R$ 470.
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Iniciativa que escanea el iris genera polémica
A pesar del atractivo tecnológico y la promesa de recompensas, la iniciativa genera controversia. El escaneo crea un código numérico único para cada persona, e incluso si se borra la imagen original del iris, algunos expertos cuestionan la falta de claridad sobre el uso de los datos generados.
Rafael Zanatta, director de Data Privacy Brasil, sugiere que Tools for Humanity, socio mundial, cree un Consejo Asesor Civil con expertos en derechos humanos para garantizar la privacidad y la responsabilidad en el tratamiento de esta información.
ANPD está mirando
La Autoridad Nacional de Protección de Datos (ANPD) está atenta: un día antes del lanzamiento oficial del programa, en noviembre, inició un proceso de inspección para comprender cómo se recopilan y utilizan estos datos.
La ANPD afirma estar evaluando actualmente la documentación aportada por la empresa. Mientras tanto, el nuevo proyecto que escanea el iris de los brasileños sigue activo, reforzando el debate sobre la frontera entre innovación, privacidad y los límites del uso de datos biométricos.
Además de Brasil, World opera en Estados Unidos, México y Alemania.
En países como España y Portugal el servicio quedó temporalmente en pausa por iniciativa propia del proyecto. El objetivo de World es simple, pero ambicioso: diferenciar a los seres humanos de los robots creados por inteligencia artificial, algo que, según la compañía, ya supera el famoso test Captcha.
Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, sostiene que la tecnología puede incluso ser útil en procesos democráticos globales y, en el futuro, ayudar a distribuir una renta básica universal.
Por otro lado, los críticos argumentan que la idea de recopilar datos tan sensibles requiere mucha más transparencia. Aunque la empresa garantiza la seguridad mediante cifrado avanzado (AMPC), almacenando fragmentos de código en universidades y socios de confianza, el malestar persiste.
¿Será que, con el tiempo, el nuevo proyecto que escanea el iris de los brasileños podría convertirse en una herramienta de control o discriminación? Esa es la pregunta que flota en el aire., mientras que la tecnología y la ética se enfrentan en un ámbito cada vez más complejo.