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Al personalizar su automóvil, es importante saber qué se puede y qué no se puede cambiar y qué personalizaciones agregan más valor al vehículo.
Nada mejor que dejar un objeto personal con nuestra cara, ¿no? Cuando se trata de vehículos, no es diferente. Personalizar automóviles es un pasatiempo costoso e incluso arriesgado, pero igualmente placentero. Muchos de los que desean explorar más este lado de la personalización del automóvil tienden a tener dudas sobre cuánto puede afectar esto al valor del vehículo o hasta qué punto la legislación brasileña permite modificaciones. Estas son preguntas relevantes que deben ser consideradas de antemano.
No está prohibido personalizar su automóvil, pero CONTRAN (Conselho Nacional de Trânsito) impone algunas limitaciones en este sentido y, si no se respetan, pueden resultar en multas y puntos en la CNH (Licencia Nacional de Conducir). Dependiendo de la modificación, el Detran (Departamento de Tránsito del Estado) también puede requerir la remoción de la parte alterada, bajo riesgo de incautación del vehículo. Así que, ¡presta atención a las reglas!
¿Existen limitaciones a la hora de personalizar el vehículo?
No hay limitación para las modificaciones internas, por lo que puede personalizar tantas veces como desee. Esto incluye cambiar los asientos, el volante, la palanca de cambios y cualquier otra cosa dentro del vehículo. En este sentido, también cabe la instalación de estéreos en el maletero, pero para este accesorio ya existe una regla: el sonido no puede superar los 104 decibelios a una distancia de medio metro del coche.
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Las reglas comienzan con personalizaciones externas. En general, se permite cualquier modificación estética; lo que no puedes hacer es hacer cambios radicales en el coche, hasta el punto de interferir en su funcionamiento y, sobre todo, en su seguridad. Agregue kits aerodinámicos o cambie el color, faros, llantas, vidrios y friso lateral ajuste como cambios estéticos, luego se lanza.
Cambio de color y potencia del coche: precauciones adicionales
Cualquiera que quiera mejorar el rendimiento del vehículo también puede tunear el motor, pero como máximo un 10% por encima de su potencia original (los que quieren algo por encima de eso necesitan cambiar de coche). Los frenos son uno de los componentes que no se deben cambiar bajo ningún concepto, así como cualquier otro que esté directamente ligado al funcionamiento del coche.
Incluso para alteraciones estéticas, todavía hay algunas reglas: para cambiar el color de más del 50% del vehículo, es necesario solicitar autorización del Detran; está prohibida la instalación de faros de xenón (sólo se permite cuando es original de fábrica); los vidrios sólo pueden recibir película con una intensidad de, como máximo, 75%, dependiendo de su transparencia.
Vale recordar que toda alteración estética devalúa el valor del vehículoo, sobre todo las más radicales, como bajar la suspensión, cambiar las ruedas, instalar equipos de música, etc. Para valorar, es necesario invertir más en aquellos que suman prestaciones, como alarmas, sistema de aire acondicionado, cerraduras eléctricas, asientos de piel y otros.
Para complementar el artículo, mira un interesante artículo del canal Auto Esporte sobre personalización de vehículos
